Referentes de los bloques dialoguistas le transmitieron a José Rolandi, Lisandro Catalán, María Ibarzábal y Lule Menem que no están los votos para terminar con las PASO. A lo sumo algunos sectores opositores aceptan discutir que las primarias dejen de ser obligatorias.
En una reunión en la Cámara de Diputados de alto voltaje político con los principales referentes de los bloques dialoguistas, una comitiva de funcionarios del Poder Ejecutivo confirmó lo que era un secreto a voces: no existe ninguna base de consenso real para eliminar las PASO.
De todos modos, los representantes del Gobierno ratificaron ante sus interlocutores legislativos que seguirán adelante con su reforma política, que también incluye la boleta única, el fin del financiamiento electoral para los partidos, y una iniciativa de ficha limpia.
Durante el encuentro, anunciaron que en el corto plazo ingresarán los respectivos proyectos de ley, ya que idea del Gobierno es que la reforma política y electoral quede aprobada antes de finalizar el año para que pueda tener efecto en los comicios del año que viene.
Por el Poder Ejecutivo participaron el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, el vicejefe de Gabinete de Interior, Lisandro Catalán, la secretaria de Planeamiento Estratégico Normativo, María Ibarzábal, y el asesor Eduardo «Lule» Menem.
En tanto, se estuvieron presentes el titular de la Cámara baja, Martín Menem, y los jefes de bloque Gabriel Bornoroni (La Libertad Avanza), Cristian Ritondo (PRO), Rodrigo de Loredo (UCR), Miguel Pichetto (Hacemos Coalición Federal), Pamela Calleti (Innovación Federal) y Juan Manuel López (Coalición Cívica).
También estuvieron reunidos Silvana Giudici (PRO), Soledad Carrizo (UCR), Margarita Stolbizer (HCF), Agustín Fernández (Independencia), Nancy Picón Martínez (Producción y Trabajo), Osvaldo Llancafilo (MPN), Oscar Zago (MID), Maximiliano Ferraro (CC) y Paula Omodeo (CREO).
Pese a que el Gobierno no cuenta con los votos para terminar con las PASO, el proyecto contemplará ese aspecto, a la par de la boleta única.
El Gobierno justifica esa decisión al sostener que celebrar unas PASO con boleta única sería inaplicable e inabordable por la heterogeneidad de ofertas electorales.
Diferente sería el caso -argumentan en el Poder Ejecutivo- de ir directamente a una elección general con boleta única porque allí la oferta electoral aparece mucho más depurada.
“Para nosotros no es imposible unas PASO con boleta única. Se puede”, juran desde el radicalismo.
Según señalaron estas fuentes, la estrategia del Gobierno es presentar un proyecto aspiracional que incluya todas las propuestas de máxima para luego negociar con los bloques opositores un texto posible.
“Yo le pregunté al jefe de Gabinete (Guillermo Francos) si tenían la expectativa de sacar algo en el Congreso y me dijo que sí”, señaló uno de los diputados que formaron parte tanto de la reunión de la mañana en Casa Rosada como en el cónclave de la tarde en la Cámara baja.
“Al menos desistieron de la uninominalidad de circunscripción que es el sistema americano, el cual no tiene nada que ver con nuestra realidad”, agregó.
De seguir así las cosas, el Gobierno deberá resignar su objetivo de máxima y analizar la propuesta de algunos bloques, como el PRO y la Coalición Cívica, para que las primarias abiertas dejen de ser obligatorias.
En Hacemos Coalición Federal esta alternativa tiene algunos adeptos, pero las posiciones están divididas. En la UCR prevalece el rechazo a que las PASO pierdan su carácter obligatorio.
“Las PASO son perfectibles y pueden ser menos onerosas. Por ejemplo, son un sinsentido en distritos donde no se compite. Pero realmente sería un retroceso ir a sistemas anteriores, que se siguen utilizando en algunas provincias. Las PASO hicieron bien al sistema electoral. Fue una ley anticasta”, esgrimieron desde el radicalismo.
Y sobre las PAS (primarias no obligatorias), aseguró que dicho sistema favorecería ampliamente al oficialismo, ya que con un nivel de participación electoral ostensiblemente mejor, la capacidad de aparato y movilización que tienen los gobiernos de turno marcarían una diferencia. Inclusive el oficialismo podría volcar esos recursos para incidir en las internas de otros partidos.
Desde Hacemos Coalición Federal, rescataron que con la boleta única y la iniciativa de “ficha limpia” (para que las personas condenadas en segunda instancia no puedan ser candidatas a cargos públicos y estén inhabilitadas de por vida) existe “un norte en común”.
La misma fuente aseguró que la suerte de la boleta única se juega en el Senado, que debe tratar una media sanción, e instó al Gobierno a “poner sus energías” en conseguir allí los consensos, pero “trabajando en simultáneo con las dos cámaras” dado que el proyecto deberá retornar luego a Diputados.
Otro punto de la reforma política que dará mucha tela para cortar es la propuesta de cortar de cuajo el financiamiento para los partidos en instancias electorales, dejando únicamente en pie el financiamiento ordinario de acuerdo a la cantidad de votos que hayan obtenido en comicios anteriores.
Fuente: NA